El ámbar es una de las maravillas más sorprendentes de la naturaleza. Sus tonos dorados y marrones, junto con su apariencia única, pueden hacer que olvidemos su verdadera importancia: su capacidad para perdurar a lo largo de millones de años. Inspirados en esta cualidad, los paneles composite de aluminio denominados Namibia ámbar, con su aspecto cálido y natural, logran crear fachadas que son más eficientes, mejor ventiladas y de mayor durabilidad.